Lactancia

Dar la teta es un poco más difícil, pero es aún más recomendable en bebés con SD. Por su bajo tono muscular y su tendencia a ser más dormilones, prenderse al pecho puede ser más trabajoso.

Como contrapartida, la lactancia materna tiene ventajas extra: la succión de la teta fortalece la musculatura de la boca del bebé, lo prepara para el habla y estimula sus aparatos digestivo y respiratorio y también el sistema auditivo.

Y al igual que para todos los bebés, la lactancia materna es beneficiosa no sólo por la leche en sí misma, sino también por facilitar el vínculo madre-bebé y lo que esto aporta a su desarrollo psicosocial.

¿Cuándo empezar?
Lo mejor es iniciar la lactancia durante la primera media hora de vida. En este período, el recién nacido tiene mejor capacidad de succión y un reflejo de búsqueda más intenso.

Esta práctica no se podrá llevar adelante, desde luego, con los niños que nazcan con problemas que necesiten una atención médica inmediata. Sin embargo, en la mayoría de los casos hay que estimular este contacto temprano.

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